Si algo caracteriza Madrid es su amplia y variada oferta cultural, de todo tipo, tanto teatral, musical, como museística,ya que tiene una gran cantidad de museos con colecciones maravillosas. En mi última visita a la capital pude disfrutar de la temática «romántica» del siglo XIX a través de tres Casas-Museo: Cerralbo, Lázaro Galdiano, y Romanticismo.
Este siglo, el de Romanticismo, es una etapa histórica llena de cambios, una tanto ecléctica, incluso mágica si hablamos de gustos artísticos. Un siglo lleno de revoluciones, avances políticos y cambio social, donde la aristocracia se sitúa a la cabeza de la sociedad, imponiendo sus gustos y su filosofía de vida, que en estos momentos prestaba especial atención a la cultura, el ocio y el arte.
Las manifestaciones artísticas se van a basar en el historicismo, la vuelta a los gustos y temáticas de épocas pasadas, y al eclecticismo, mezclando estilos y filosofías de varias épocas históricas, donde puede destacar el realismo, el sentimentalismo, incluso el simbolismo, que hace de la filosófica, la literatura y el arte una confluencia de sensaciones nuevas, como se ve en las obras de E. Delacroix o en las novelas de G. Flaubert.
Estos tres museos nos muestran como era la vida cotidiana en el siglo XIX, el arte y el coleccionismo:
Casa-Museo Cerralbo:
Situado en el Palacio de Enrique de Aguilera y Gamboa (1845-1922), XVII marqués de Cerralbo,ya en su época fue concebida como palacio y museo, ya que su fundador era coleccionista y arqueólogo, un apasionado de la cultura. El marqués donó su patrimonio al estado español para que las futuras generaciones pudieran disfrutar de toda la riqueza cultual que había estado conservando. Vivió una etapa convulsa de la historia de España, que va desde el reinado de Isabel II, pasando por la I República hasta la Restauración, y es que, el siglo XIX español fue una época de intensos cambios socio-políticos.
La visita al museo es maravillosa, podemos ver cómo era un palacio del siglo XIX, con su mobiliario, sus gustos, su funcionalidad…ya que no han modificado su situación inicial. A lo largo de las diferentes salas vemos toda la colección de arte pictórico, arqueología, de orfebrería, incluso de artes decorativas. Durante el recorrido podemos adentrarnos en el siglo XIX y entender el sentimiento «romántico» que caracterizó esta época.
Museo Fundación Lázaro Galdiano:
Situado en el Palacio de Parque Florido, algunas de las salas se conservan como tal, como la antigua vivienda que fue. Su fundador fue el coleccionista, financiero e intelectual José Lázaro Galdiano (1862-1947), que dedicó su vida a la cultura y legó al Estado su amplia y rica colección artística. La época que vivió este mecenas también fue muy convulsa en España, ya que se sucedieron cambios tan drásticos como el fin de la Monarquía de Isabel II, la I y II República, pasando por la Restauración borbónica, hasta la Guerra Civil.
Este museo también es muy completo, sin embargo, no conserva tan bien su esencia romántica, porque el palacio fue bastante remodelado para acoger la colección museográfica. En este caso, destaca especialmente la colección pictórica que fue reuniendo este mecenas de la cultura, con obras de Goya, el Greco, incluso de autores italianos y franceses, ya que el fundador pasó parte de su vida viajando. Una de las cosas que más me llamó la atención fue una de las salas donde se exponen obras de pintores románticos que reflejan el espíritu de la época, incluyendo la temática de la muerte romántica.
Museo Nacional del Romanticismo:
Fue creado por Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán (1858-1942) por una donación al Estado, en un edificio construido en 1776. Este museo se centra en mostrar como era la vida cotidiana en el siglo XIX. No es muy grande, por lo que es muy accesible para todo tipo de públicos y muestra muy bien, en una visión global, como era la vida cotidiana en ésta época. Puedo destacar,lo que más llama la atención a la mayoría de visitantes, que es cómo eran los espacios dedicados a la higiene personal, los baños, símbolo de estatus social y donde también se reflejaban los gustos artísticos de la época. Así como el ocio, que se basaba en la cultura, la política, o juegos como el billar.
Se trata de un espacio estupendo donde caminar por el siglo XIX descubriendo cómo era el día a día de la sociedad aristocrática desde los adultos a los niños, ya que tienen una sala infantil con juguetes de la época en perfecto estado ¡preciosos!.
Estos tres museos tienen un horario y precios muy asequibles, podéis encontrar toda la información en sus páginas web y también os aconsejo que los sigáis en las redes sociales, ya que son muy activos. Lo único que les falta son las visitas guiadas, con guías profesionales y no voluntarios,y con disponibilidad permanente durante el horario de apertura.
http://museoromanticismo.mcu.es/
Fotografía: Histórica Cultura